Uno de los motivos que me hace huir de la cosmética industrial es su contenido en disruptores endocrinos. Para conocer algo más sobre estos y en qué productos los encontramos escribo este post.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que imitan o alteran nuestras hormonas, de modo que perjudican al sistema hormonal, responsable de múltiples funciones vitales (coordina procesos complejos como el crecimiento, el metabolismo y la fertilidad e incluso influye en nuestro comportamiento).
Esta contaminación silenciosa e invisible no sólo se produce a través de los productos de higiene, sino que los disruptores se encuentran también en: alimentos procesados y/o tratados con pesticidas, chicles y chucherías, productos de limpieza para el hogar, insecticidas, ambientadores,…envases plásticos (policarbonato o cloruro de polivinilo, bisfenol, BPA o ftalatos), sartenes, pinturas para la pared, juguetes, biberones, chupetes…
Algunos problemas ocasionados como consecuencia de los disruptores endocrinos son:
Centrándonos en el caso de los cosméticos, los disruptores endocrinos pasan a través de la piel al torrente sanguíneo.
Podríamos analizar las etiquetas de los productos que encontramos en las tiendas, y sería realmente difícil encontrar alguna libre de disruptores endocrinos.
(En esta tabla se hace referencia a los tóxicos que influyen de manera más directa al sistema endocrino y al nervioso, pero no se citan muchísimos componentes más que suelen incluir los cosméticos industriales y que también ocasionan problemas de salud: daños dermatológicos, alergias, irritaciones, etc.).
La alternativa: la cosmética natural, la cosmética ecológica y/o la cosmética casera en las que los ingredientes son respetuosos con nuestra salud y el medio ambiente.